Amazon y las tarjetas de regalo
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Ya sé que a estas alturas de la película lo de las tarjetas de regalo no es como descubrir la pólvora, pero con la pólvora se pueden hacer petardos y balas de cañón. El caso de Amazon es interesante porque vemos que la estrategia pude ir más allá de generar tarjetas de un par de importes y a correr.
Una breve reflexión sobre las tarjetas de regalo.
Son cojonudas.
Bueno no va a ser tan breve. Las tarjetas de regalo les gustan a los usuarios y deberían gustarte a ti porque:
- Consigues captar clientes nuevos referidos por uno actual con lo que luego puedes fidelizarlos.
- Tienes muchas posibilidades de elevar el ticket. Si el comprador original se ha gastado 50 euros en la tarjeta, el receptor de la tarjeta puede gastar algo más para acceder a un producto superior sumando ambas cantidades.
- Hacen marca, especialmente en el caso de Amazon que utiliza tarjetas físicas con un diseño bastante cuidado.
- Permiten utilizarse como premio o incluso retribución para colaboradores en determinadas acciones como estudios de mercado, concursos…
- No siempre se redimen con lo que, como eCommerce, ese dinero se ha ganado por nada de nada.
- Son un buen regalo para personas que no tienen tarjeta de crédito.
- Se pueden llegar a acuerdos de colaboración entre marcas (esto se le da muy bien a Amazon)
Visto así está claro que es una estrategia tan sencilla y barata de montar que merece la pena darle una opción a ver cómo responde. Habrá negocios que encajen mejor que otros pero cuando tienes un «cataloguito apañado» como Amazon malo será que el cliente no encuentre algo.
Tipos de tarjetas de regalo de Amazon.
Como te decía no es que tengan un solo tipo de tarjeta precargada con un importe y ya. Amazon se ha currado bastante este tipo de producto con lo que ha pensado en diferentes alternativas.
eGifts cards o tarjetas virtuales.
Vamos a empezar por estas que son las que parece que les da mas guerra (y esto siempre nos hace un poco de ilusión). Se trata de acuerdos con diferentes servicios y las tarjetas como tales no existen, son completamente virtuales y llegan con un código por el importe seleccionado vía correo electrónico o mensaje de móvil. Se puede elegir el dinero con el que queremos cargarla (típicamente parte de 10$ o 25$ pero es personalizable en cuanto al límite por arriba), diseño de la tarjeta virtual entre varios disponibles, fecha de entrega y mensaje para el receptor.
En Estados Unidos son bastante populares por lo que tienen acuerdos, por ejemplo, con:
- Uber.
- Uber Eats.
- Dominos Pizza.
- Whole Foods.
- Hotels.com.
- Airbnb.
- Starbucks.
- Nordstrom.
- Netflix.
- Appstore.
Y bastantes más dentro de, como puedes ver, auténticos líderes en sus respectivas áreas. Alimentación, comida para llevar, hoteles, transportes… y además no tienen problema en generar tarjetas para competidores como Domino´s y Papa John´s o Uber y Lyft, allá cada uno con sus historias que yo solo pongo la plataforma. Por cierto: también hay tarjetas regalo virtuales de Amazon que, curiosamente, son las que tienen mejores diseños con animaciones y vídeo incluidos además de no caducar nunca en la vida.
¿Por qué decía que les dan guerra? pues porque al ser un proceso en el que intervienen terceros las posibilidades de cagarla se multiplican. Hay aplicaciones que parecen estar mejor preparadas como la de Starbucks y otras que dan muchísimos problemas como la de Domino´s Pizza o Uber. La frustración del cliente, en estos casos, les lleva a darles palos en las opiniones. Conociendo a Bezos como lo conocemos seguro que le hace menos gracia que intentar peinarse.
Tarjetas imprimibles.
Pues como te imaginas son las tarjetas preparadas para descargar en formato PDF y así poderlas imprimir sin necesidad de enviarlas. En este caso, al contrario que en el de las eCards, solo está disponible Amazon. No me voy a extender mucho porque funcionan igual que las virtuales, la idea es que en caso de emeergencia puedas tener un regalo físico que puedas meter en un sobre y entregar en tiempo real.
Tarjetas de regalo físicas.
La verdad es que el hecho de regalar una tarjeta ya es de por sí bastante impersonal con lo que muchos usuarios ni se plantean regalar una virtual. Para esos que quieren tener algo que meter en una cajita físicamente están las tarjetas de regalo estándar de Amazon.
De manera muy inteligente han trabajado en el diseño de las propias tarjetas y su packaging de forma que aporte un cierto valor añadido, de darles una entidad de regalo que diga: «me he acordado de ti» y no «lo acabo de ver en Facebook y tenía que salir del paso». Para empezar las han tematizado con mucho ojo ya que tenemos cajitas con motivos navideños, para enamorados, cumpleaños, graduaciones, con troquelados, latas metálicas con forma de cupcake… y luego diseños que sirven para cualquier momento más o menos elegantes. Además de esto hay toda una gama de tarjetas y sobres diferentes para que puedas encontrar algo que te camele lo suficiente.
Al igual que en el caso de las virtuales, las tarjetas físicas pueden cargarse con el importe que queramos y vencen a los 10 años desde su compra. Eso sí: tampoco admiten devoluciones con lo que si te la regalan te la quedas (o la revendes, que hay cierto negocio también al respecto.) Se redimen directamente en nuestra cuenta añadiendo el código impreso en la tarjeta y, en pocos clicks, tendrás el saldo añadido y disponible.
Dentro de las tarjetas físicas se encuentran también las llamadas anytime cards. La apariencia es la misma pero tiene la peculiaridad de no ir precargadas, las compras «en blanco» y añades el saldo cuando lo necesites (una sola vez, no es recargable). Vienen con sus sobres y sus lazos para que tengas preparado tu regalo siempre.
Por último, y aunque no está disponible en España, comentar que tienen un acuerdo con VISA y Mastercard para comercializar tarjetas regalo bancarias con las que se puede comprar en cualquier comercio on u offline que tenga un POS capaz de leer bandas magnéticas. En este caso Amazon percibe una comsión de unos 5 dólares por tarjeta (no por transacción).
Amazon recargas.
En este caso lo que tenemos es una forma de añadir saldo a una cuenta de modo que tenga un importe asociado que no pueda excederse a no ser que se recargue. Esto resulta muy útil para controlar el gasto que se hace en una determinada cuenta ya sea por seguridad, porque se utiliza por más de un usuario como en una empresa o porque no queremos que el chaval nos deje tiritando la cuenta bancaria. La idea es permitir que los usuarios sin tarjeta puedan romper ese freno a la hora de realizar compras.
¿Dónde quería yo llegar?
Mi conclusión es muy sencilla: no subestimes ninguna estrategia ni técnica porque a todo se le puede dar una vuelta más. Amazon ha sido capaz de darle un poco de entidad al regalo más impersonal que puede existir, para ello se ha centrado en aportar un extra. Permite personalizar en base a criterios como la estacionalidad y eventos familiares más comunes.
Los acuerdos con terceros pueden llegar a ser altamente provechosos así que no tengas miedo de explorar colaboraciones con un mínimo de sinergia, si lo piensas, lo que Amazon ha conseguido con esto es vender servicios adicionales dentro de su marketplace aunque sea de manera indirecta.
Ya lo ves: nada de lo que hace Amazon es tan sencillo como parece. Seguramente por eso sean los que más venden.