Está más que comprobado que una buena forma de aumentar tus ventas es tener una web rápida. O dicho de otro modo: una web lenta te cuesta dinero y oportunidades de negocio perdidas.
¿Te suena a exageración? Pues no lo es en absoluto, si lo fuera te aseguramos que Google no tendría en cuenta la velocidad de carga como un factor de ranking para el posicionamiento orgánico en su buscador, por ponerte sólo un ejemplo claro.
Pero ¿por qué influye tener una web rápida en las ventas?
Aunque lo que haya detrás de todo esto sean aspectos técnicos, el verdadero motivo está en algo básico en el marketing: el usuario o, para ser más preciso, la experiencia de usuario.
Los clientes potenciales valoran especialmente su tiempo, quieren inmediatez a la hora de interactuar con una web. ¿Qué ocurre cuando la página tarda en cargar? Pues que la experiencia se va empobreciendo progresivamente.
En esos segundos de más comienza a ver nuestro eCommerce, casi de manera inconsciente, como algo que no funciona adecuadamente. Esto genera directamente una cierta merma en la confianza y eso es algo crítico a la hora de la conversión.
Además ocurre otro efecto muy importante en el proceso de la toma de decisiones: dejamos que el cliente piense y eso rara vez juega a nuestro favor. Cuanto más reflexivo se vuelve el proceso de compra, más fácil es que el cliente encuentre puntos de fricción que funcionen como frenos. No tiene que ser necesariamente relacionado con nuestra página, simplemente se plantea ¿realmente lo necesito? ¿no será mejor esperar al mes que viene? ¿y si espero a las rebajas?
Si ponemos esto en números, vas a ver que el impacto es mucho mayor de lo que cabría imaginar muchas veces. Según este informe de Crazyegg, los usuarios entienden que una tienda online debe cargar óptimamente en 2,4 segundos y eso se traduce en una tasa de conversión de 1,9%.
A medida que va incrementándose el tiempo de espera, la conversión va reduciéndose significativamente. Misma web, mismo producto, mismas fotografías y textos… pero si te acercas a los 6 segundos vas a vender muchísimo menos.
¿Qué puedo hacer para que mi eCommerce sea rápido?
Lo primero es ir a la base del asunto: necesitas un buen hosting, el mejor posible para eCommerce. Debes asegurarte que cumple con algunas premisas básicas en materia de velocidad que son innegociables:
- CDN: si tenemos un proyecto multinacional es importante resolver el asunto geográfico, siempre que el hosting sea avanzado no es necesario que tenga un data center ubicado en cada uno de los países. Una Content Delivery Network precisamente sirve para acelerar el tiempo de carga desde diferentes países.
- Una buena caché: gracias a la caché el navegador guarda determinados recursos para evitar tener que cargarlos cada vez. En el entorno del eCommerce es vital que se haga correctamente para que no se resientan determinados aspectos críticos como el carrito de la compra, que puede causar algunas incidencias si no se optimiza bien.
- Buena combinación de hardware y software: las máquinas son importantes con lo que infórmate adecuadamente de lo que estás contratando. Busca siempre servidores con discos duros rápidos y seguros (los SSD de estado sólido son ideales para tu tienda online) y también es crítico que te garanticen la actualización de los equipos y la versión de PHP que utilizan, por ejemplo.
Para ponértelo más fácil te vamos a decir cuál te recomendamos: el hosting para eCommerce de SiteGround. Cumple holgadamente con todos estos requisitos y muchos más. Es ideal para cualquier CMS pero, si tu tienda está montada en Woocommerce, incluso cuenta con aplicaciones específicas para la optimización del tiempo de carga.
Ajustes en tu eCommerce
De verdad que esto soluciona gran parte de los problemas que puedas encontrar en cuanto a rendimiento, aunque hay otros aspectos que debes cuidar relacionados con la propia web.
Uno de los puntos más conflictivos en el eCommerce es el de las imágenes. Tendemos a utilizar fotos enormes, en muchos casos las mismas que se emplean para catálogos impresos. Eso no es necesario en absoluto: necesitas imágenes que funcionen bien a nivel web y esas no requieren una resolución tan elevada. También puedes comprimirlas sin pérdida y siempre, siempre, siempre… ponlas a la medida adecuada. Un foto de 6.400×4.800 píxeles que luego se escale a un 10% de su tamaño en el navegador, es un desperdicio de espacio y velocidad de carga.
No abuses de recursos como el JS tan presente en los plugins. Si te excedes en su uso vas a generar muchísimas llamadas al servidor que tienen que ser resueltas para seguir cargando. Esto ralentiza notablemente la velocidad de carga del sitio por muy bueno que sea el hosting de tu tienda online.
Es recomendable que minifiques los propios JS y los CSS en un solo archivo de manera que limites esas consultas. También se agradecerá que, además de la caché ya comentada, sirvas el contenido comprimido con Gzip para agilizar la carga.
Cómo sé si ha mejorado el rendimiento de mi web
Si haces todo esto y lo sumas a un hosting realmente eficiente como el de SiteGround tienes muchísimo ganado, pero para cuantificar el impacto de tus acciones necesitas realizar una medición.
Hay muchísimas herramientas en el mercado que sirven para esto. Podemos citar, por ejemplo, Google Page Speed / Lighthouse, GT Metrix, Pingdom Tools… todas ellas te aportan una visión general con consejos concretos de áreas de mejora.
Haz un test antes de la optimización y otro cuando ya hayas realizado todas las modificaciones. Así podrás evaluar la eficacia de tus acciones.
¿Has seguido nuestros consejos? ¿Cuánto has mejorado la velocidad de tu eCommerce? ¿lo has notado en la conversión? ¡Cuéntanoslo!
Acerca del autor
Miguel Nicolás O'Shea
Soy Miguel Nicolás O'Shea y me dedico al marketing online.
Me dedico al SEO desde hace algunos años, al PPC desde hace algunos más y al copywriting de toda la vida.
He coescrito libros como Amazon. Manual de supervivencia en el marketplace nº1 de España o SEO para Ecommerce. También escribo en Oleoshop.com asíduamente.